El pasado 8 de mayo, la Comisión Europea aprobó doce nuevas medidas para fomentar e impulsar la Europa de los Ciudadanos y en concreto, para reforzar sus derechos.
Entre esas medidas, lanzadas precisamente en el año dedicado a la ciudadanía europea, se contemplan acciones dirigidas desde buscar empleo en otro país de la Unión Europea hasta garantizar una mayor participación en la vida democrática europea. Todas estas iniciativas ponen de manifiesto el papel fundamental que juega la ciudadanía en el proyecto de integración europea tal y como apuntaba la vicepresidenta y Comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía de la UE, Viviane Reding para quien «la ciudadanía, piedra angular de la integración europea, es a la unión política lo que el euro a la unión económica y monetaria».
Llama especialmente la atención que, desde 1993, cuando el Tratado de Maastricht reconoció y estableció jurídicamente los derechos de los ciudadanos, éstos sigan sin respetarse como ellos mismos confirmaron en una encuesta pública realizada sobre la ciudadanía de la Unión Europea. Sin embargo, hay algo que es aún más preocupante y es que tales derechos sigan sin conocerse por parte de los ciudadanos europeos tal como muestra el hecho de que son cada vez más numerosas las peticiones de información que reciben los Centros Europe Direct sobre esta materia.
¿Es posible que veinte años después, la Unión Europea siga siendo incapaz de comunicarse con sus ciudadanos? Precisamente, una de las acciones propuestas en el citado plan es la de promover la disponibilidad de información específica y accesible sobre la Unión Europea de modo que ésta sea fácilmente comprensible por los ciudadanos.
Si comparamos la Unión con otras organizaciones internacionales similares debemos reconocerle a esta un esfuerzo titánico por poner en marcha canales de información que permitan difundir las distintas actividades y políticas llevadas a cabo por Europa y sus instituciones. La que empezó siendo una política de información al uso ha puesto, en los últimos años, el acento en crear dispositivos de comunicación que le permitan no sólo difundir información sino comunicarse con sus ciudadanos. A ello han contribuido enormemente las nuevas tecnologías. A través de la puesta en marcha de debates, foros, chats, blogs, etc. Europa mantiene abiertos canales de comunicación con su ciudadanía. A ellos se unen las distintas redes de información de las que forman parte los Centros Europe Direct, los Centros de Documentación Europea y los Team-Europa, entre otros. Todos ellos son mecanismos que tienen como objetivo el informar al ciudadano sobre Europa y comunicarse con él recogiendo sus opiniones, comentarios y sugerencias de modo que se haga realmente posible la participación de la ciudadanía en la vida democrática europea.
Sin embargo, son muchos los europeos que se sienten desinformados sobre Europa y que desconocen, por ejemplo, que este año se celebra el Año Europeo de los Ciudadanos. Este desconocimiento puede deberse a dos motivos. El primero que la política de información y comunicación gestionada por la Comisión Europea no sea todo lo eficaz que cabría esperar. Puede que se suministre mucha información pero ésta no sea de calidad. El segundo motivo radicaría en los ciudadanos. En su falta de interés o creencia en los temas europeos. En estos momentos de crisis financiera, política, ideológica y social, se constata un aumento importante de euroescépticos en los distintos países miembros.
Ante esta situación, hoy más que nunca, la Unión debe seguir reforzando los derechos de sus ciudadanos, proponiendo medidas que fomenten el sentimiento de pertenencia a Europa y apostando por una política de información y comunicación sólida, objetiva y fiable.
Yolanda Martín González
Miembro de Team-Europa
Profesora de Políticas de información
Universidad de Salamanca
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