Ornella Guarino, Voluntaria Europea en el marco del proyecto IRETI
El 14 de mayo de 2019 empecé mi movilidad dentro del programa Erasmus+ en Salamanca (España), donde estuve hasta julio de ese mismo año. Allí, estuve de voluntaria en Biderbost, Boscan & Rochin (BB&R), colaborando en varios proyectos europeos como “uCivic: Using new technologies for civic education” o “SIEP: Generating social inclusion through Education Pills and Theatre of Opressed around the world”. Aunque el principal fue “IRETI – Empowering Women and Strengthening Socioeconomic integration”. La palabra ireti significa esperanza y viene del lenguaje yoruba, hablado en Nigeria. El nombre se decidió por el objetivo principal de esta iniciativa, dar esperanza a las mujeres víctimas de la trata de seres humanos. En el caso de Italia, ellas son en la mayoría de los casos jóvenes, especialmente procedentes de Nigeria (aunque también procedentes del este de Europa y Asia). El segundo objetivo, no menos importante, era apoyarlas a través de la creación de vínculos de empoderamiento. Al mismo tiempo, se incluyeron actividades que permitieron a los socios del proyecto intercambiar experiencias, métodos y buenas prácticas.
Esos dos meses fueron muy intensos y llenos de compromiso, pero muy satisfactorios. Mi deber principal en IRETI fue sistematizar información de los países que conforman esta iniciativa (Rumanía, España, Italia y Reino Unido) y crear una plataforma on-line para organizarla. Concretamente, estaba a cargo de recopilar datos de los participantes del proyecto, las acciones que se habían llevado a cabo y aquellas que daban una mayor visibilidad al fenómeno. Pero también los datos de contacto sobre los puntos de información a nivel local, que podían ser de ayuda en la lucha contra este problema mundial. Todo ese trabajo se llevó a cabo para crear una plataforma que se usaría para proporcionar servicios y oportunidades a las mujeres víctimas, que necesitan ayuda para salir de la explotación. La idea era crear algo concreto que redujera el número de personas explotadas a nivel europeo, razón por la que los socios de loa países participantes pusieron todo su esfuerzo en conseguir este resultado. Hoy existe una fuerte concienciación que solo a través de la cooperación y la colaboración en todo el mundo podrá ayudar a combatir esta enorme crisis humanitaria que está afectando a toda Europa.
Durante esos meses, tuve la oportunidad de conocer entidades y asociaciones a nivel nacional y regional que estaban presentes en la ciudad. Son entidades que han sido elegidas como actores que trabajan en el ámbito social para la protección de derechos de grupos vulnerables. Una de ellas me llamó la atención de manera especial. Casa Escuela Santiago Uno se dedica a ayudar a jóvenes a aprendan una profesión que se pueda convertir en su futuro trabajo, como peluquería o construcción, y al mismo tiempo tienen la posibilidad de vivir allí. No es una escuela tradicional y tampoco una casa de acogida. Me dio la impresión de que se podría definir fácilmente como una escuela de vida. Otro aspecto bonito de la institución es el hecho de que los jóvenes pueden participar en las actividades ofrecidas por voluntarios o educadores, por ejemplo, espectáculos de magia o malabarismo.
Otras asociaciones con las que entré en contacto fue ARPRAM. Es una asociación nacional con diferentes sedes en España. Su trabajo se acerca más al objetivo del proyecto, ya que trabajan de manera directa con mujeres que han sido forzadas a ejercer la prostitución. Otra experiencia interesante fue el encuentro que tuve con el Centro Europe Direct de Salamanca. Ya que la reunión fue muy estimulante y llena de reflexiones y aportaciones acerca de los desafíos a los que se enfrenta Europa en el futuro.
Una parte importante de mi estancia en Salamanca y mi tiempo en BB&R fue la oportunidad de conocer a gente nueva y de aprender cosas nuevas. En este sentido, di clases de español con María Elisa (Consultora Asociada de BB&R), una gran profesora con mucha paciencia. Pasé con ella mucha parte de mi tiempo fuera de la oficina, y descubrí a una persona con muchos intereses y muchas historias que contar. María Elisa fue una parte fundamental del proyecto y de mi estancia en Salamanca, ya que me ayudó en las visitas a las entidades, a descubrir la ciudad y me impulsó para mejorar mis habilidades lingüísticas.
Además de lo anterior, asistí a dos cursos de informática. Para ser más precisa, el primer curso lo impartió Daniel Gonzalo (Investigador de la Universidad de Salamanca) sobre del uso y las habilidades para explotar las redes sociales al máximo, y así obtener más visualizaciones y difusión. Me reveló algunos trucos que no habría descubierto de otra forma. El segundo curso lo impartió Roberto Díaz (Big Data Coordinator of BB&R) y trató sobre la creación de páginas web. Este también me resultó interesante, sobre todo porque es algo muy lejano a lo que he estudiado y porque resulta muy importante hoy en día tener conocimientos informáticos. Por lo que no se puede rechazar la oportunidad de aprender cosas nuevas en esa área. Además, aprendí sobre softwares y programas (Powtoon, Joomla) que puedo usar fácilmente para trabajar en otras circunstancias, así como el uso de Excel, PowerPoint, internet, redes sociales, etcétera.
Para terminar el resumen de mi experiencia en Salamanca, me gustaría agradecer a todo aquel que se ha cruzado en mi camino, que me ha enseñado algo nuevo y a todo el que ha hecho esta experiencia tan productiva y agradable. Al mismo tiempo, me gustaría decir que ha sido una de las experiencias más bonitas e interesantes que he vivido hasta ahora.
Ornella Guarino
Voluntaria Europea en el marco del proyecto IRETI