
Cuando nos comentaron cómo se iba a realizar el debate, estaba un poco perdida al principio. En mi caso, estoy bastante familiarizada con el modelo de debate académico y el hacer un formato de debate completamente diferente suponía un gran reto para mí porque no sabía cómo empezar. Leí estudios, resoluciones, asistí a formaciones y conté con la ayuda de profesionales de la UVa y del IEE (Instituto de Estudios Europeos), pero no sabía hasta qué punto debía investigar. Finalmente, el primer día me di cuenta de que lo importante ya no era saber tanto del tema sino ser capaz de transmitir tu idea de manera clara. Es cierto que tener una base y unos conocimientos concretos del país y del grupo parlamentario en diferentes aspectos era importante a la hora de participar en el debate y comprender todo lo que se discutía, pero, más allá de ello, las habilidades de exposición, persuasión y negociación fueron elementos indispensables para poder lograr resultados.
Este formato de debate basado fundamentalmente en la espontaneidad y en la negociación nos obliga a que aquellos que estamos acostumbrados a otros modelos, salgamos de nuestra zona de confort y descubramos nuevos caminos en la senda de la oratoria.
Mediante el trabajo en equipo, siempre todo es más sencillo y más si cabe, si se cuenta con un buen equipo como ha sido en mi caso. Un intercambio de ideas y la búsqueda de objetivos en común hacen que la voz de un grupo se convierta en una sola capaz de transmitir una misma opinión”.
Mi experiencia en el DEUCYL ha sido inolvidable. El ser capaz de ponernos en la piel de los eurodiputados y de negociar sobre el futuro del proyecto europeo, me ha permitido ver como es posible avanzar con el diálogo, la escucha y el consenso. Ha sido una oportunidad inigualable no solo para conocer a otras personas sino también para demostrar que con el uso de la palabra, se pueden conseguir grandes resultados. Como jóvenes, debemos utilizar estos espacios para desarrollar nuestro pensamiento crítico y objetivo. En nuestra mano está el cambio y debemos actuar. Enhorabuena por esta nueva edición del DEUCYL y ojalá la edición del próximo año, sea tan positiva y emocionante como esta.
Carlota Pérez Bustos. Estudiante de la UVA y ganadora de DEUCYL 2025